Sobre mi

Imagina una pequeña ciudad costera donde el sol acaricia el Mediterráneo con sus rayos dorados. Ahí, en Santa Pola, comienza mi historia. Como si estuviera escrito en las estrellas, desde pequeño, cada paso que daba estaba acompañado por el susurro del mar y el eco de las historias que mi padre me contaba sobre el vasto mundo de la tecnología. Para mí, no eran solo historias, eran ventanas a un mundo mágico que no podía esperar a explorar.

Mi infancia no fue la típica de jugar en la calle hasta que se ponía el sol. No, yo tenía una cita diaria con el futuro, explorando cada gadget, cada pieza de software que caía en mis manos. Pero no todo era tecnología; el deporte se convirtió en mi válvula de escape, el lugar donde mi espíritu competitivo corría libre.

A medida que crecía, descubrí que mi pasión podía tener un propósito más grande. Me sumergí en el mundo del voluntariado, ofreciendo mi tiempo y habilidades a aquellos que los necesitaban. Descubrí que en cada acto de servicio, no solo estaba ayudando a los demás, sino que también estaba construyendo los cimientos de mi propia filosofía.

En el ámbito profesional, he sido como un explorador en el vasto territorio de la tecnología, dejando mi huella tanto en el sector público como en el privado. Cada experiencia es como una capa más en el complejo software de mi carrera.

Recuerdo mis años en Portugal como si fuera un sueño lleno de colores y sonidos nuevos. Trabajando para una multinacional, no solo expandí mis habilidades técnicas, sino que también abracé una nueva cultura, un nuevo idioma, ampliando los horizontes de mi mente más allá de lo que alguna vez imaginé.

Y aunque la tecnología y la ciencia llenan gran parte de mi tiempo libre, es en la paternidad donde he encontrado mi mayor desafío y alegría. Ser padre ha redefinido mi mundo, impulsando mi deseo de aprender y crecer más que nunca.

Mi mantra es simple: ‘Lo imposible solo cuesta más tiempo’. En cada problema, veo un rompecabezas esperando ser resuelto.